10 de diciembre de 2013

De esa mierda que llamáis «realismo sucio»

Últimamente hemos tenido el dudoso honor de asistir a toda una revelación de escritores que se declaran a sí mismos seguidores del realismo sucio. Bien, maravilloso. En serio, sería maravilloso si eso que afirman escribir fuese realismo sucio de verdad y no un par de párrafos mal hechos repletos de "coño" y "joder" que piensan que llegarán para crear a un Chinaski de la vida.
Pues bien. Pues no.
Lo siento pero paso de tragarme todo vuestro realismo sucio de mierda en el que sólo salen parejas adolescentes dándose piquitos en la biblioteca. Porque claro, como el chico viene de un barrio chungo pues ya es realismo sucio. Sí, y también es fantasía épica porque una vez fueron al museo y vieron una espada medieval. Venga y no me jodas.
Que de pronto parece que la gente sólo sabe escribir realismo sucio por esto de los blogs. Y digo en los blogs porque en el mundo real (que sí, el virtual también forma parte del real, pero para que nos entendamos todos) no encontrarás un libro de realismo sucio entre los más vendidos en tu puta vida. Que quizás es eso precisamente lo que ha atraído a tantos adeptos a esta corriente. Eso de irse de moderno y alternativo por ahí, diciendo que no sigues los dictados de una sociedad consumista y podrida. Pues muy bien otra vez. Toma un aplauso y una piruleta.
Y me estoy quejando. Y me quejo con el mismo derecho con el que esa gente se queja de que el mundo editorial es una mierda. Una pista: ninguno.
Me quejo porque me da la real gana y, que yo sepa, por ahora todavía puedo venir aquí a dar mi opinión porque para algo es mi blog y yo me lo guiso, yo me lo como.
Pero sobre todo me quejo porque están degradando ese ¿género? ¿corriente? Llamadlo como queráis. Lo están degradando hasta el punto que escribir sobre un par de porretas adolescentes cuya gran preocupación en la vida es que no la chica que les gusta a ambos no se folle a un tercero sea considerado realismo sucio. Que muy bien, que de ahí puede salir una historia magistral y darnos una lección a todos. Pero eso, de buenas a primeras, tiene lo mismo de realismo sucio que de cyberpunk.
Yo creo que todo esto viene por la peli esa de El club de la lucha. Donde la gente vio a Brad Pitt haciendo un buen papel y se les levantó la polla, diciendo "oye, qué razón tiene todo esto, joder, cuánta razón" y se vieron con ganas de cambiar el mundo. Toma esa, tanto para Palahniuk (en realidad creo que lo último que quería Palahniuk era motivar a la gente, pero allá vosotros). Y claro, los flipadillos de la vida empezaron a investigar y se dieron de bruces con esa novela y todas las novelas de este gran señor. Y cuando uno empieza a leer realismo sucio acaba, inequívocamente, leyendo a Bukowski.
Bukowski fue el culmen de liarla parda. Cuando uno se pasa toda su infancia y adolescencia (y también la no tan adolescencia) leyendo literatura de masas y un par de libros obligatorios en el colegio y descubre a Bukowski se lía parda. Es un hecho.
Ver que hay un tío que escribe sobre sexo y borrachos y personajes marginados que nunca llegarán a nada, y que encima no se corta un pelo, tiene que ser como ver la burrada máxima. Una revelación. Y uno dice "si él puede, yo también". Mec. Error. Bueno, no. Quizás puedas, no te lo niego, pero no así.
El realismo sucio es pajearte mientras ves a tu hermanastra cambiándose a través de la mirilla del cuarto, y que te pille tu padre (que es su padrastro), te dé una colleja y empiece a pajearse él en tu lugar.
El realismo sucio es ver a un mendigo tirado en la puerta de un banco, bajarle los pantalones y empezar a darle por culo con todas las ganas del mundo (o a comérsela, tanto monta monta tanto).
El realismo sucio es algo más que un magreo entre clase y clase.
Me parece estupendo que se escriba realismo sucio, pero que se escriba bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario