1 de octubre de 2013

Advertencia Primera: Diez huesos para un escritor

Si yo tuviese que escribir un decálogo con las normas a seguir a la hora de escribir serían estas:

I. Respira hondo. Mucho. Coge aire. Cierra los ojos. Sonríe aunque no seas feliz. Vas a escribir.
II. Pon música. Aunque sea una suerte de ruido de fondo. Instrumental, vocal, clásica o no. Algo que te sirva.
III. No mires el móvil. O míralo sin ganas. Cierra las redes sociales, no son tan importantes, no son tan necesarias. Puedes contestar a todo más tarde, pueden esperarte un poco.
IV. Piensa en lo que vas a escribir. Piensa mucho o poco, horas o segundos, pero está bien tener algo en la cabeza antes de empezar, aunque no sea indispensable.
V. Si no tienes nada que pensar —o aunque lo tengas— lee un poco, detente y busca citas famosas, fotografías ocultas, dibujos olvidados o caligrafías misteriosas. Inspírate y únelo a tus pensamientos, tu idea crecerá y se completará.
VI. Toda idea es una buena idea si se toma el camino adecuado para llegar a ella.
VII. El camino adecuado para enfrentarse a una idea es todo camino que a ti te parezca adecuado.
VIII. No tengas miedo. Enfréntate a la hoja en blanco. Sigue un guión, sigue a tus dedos.
IX. No revises. No todavía. Déjalo reposar. De nada sirve obsesionarse, al menos no tan pronto.
X. Respira hondo de nuevo. Coge aire. Cierra los ojos. Sonríe, has escrito. ¿Eres un poco más feliz? {si la respuesta es que no quizás tu pasión no sea esta}.

¿Que por qué un decálogo? Porque si un dios pudo entregar tablillas a un pobre diablo con sólo diez indicaciones para la vida, yo puedo entregaros el mismo número y pretender que os sirvan para crear todas las vidas y universos posibles sobre un papel o un papiro.
{Y porque las cosas sagradas siempre me recuerdan a diez}
      {Y escribir es sagrado}

No hay comentarios:

Publicar un comentario